"Para un año, sembrad cereales. Para una década, plantad árboles. Para toda la vida, educad y formad a la gente"

Guanzi. (c.645 a.C., proverbio chino)

La formación de adultos es el conjunto de procesos de aprendizaje gracias a los cuales las personas adultas desarrollan sus capacidades y mejoran sus competencias culturales, sociales, técnicas y profesionales a fin de entender sus necesidades y las de la sociedad donde viven . En los momentos de crisis profunda, esta formación es vital. La educación es un derecho que no prescribe.


El mundo actual evoluciona constantemente y nos requiere la adaptación a estos cambios. La formación de adultos, entendida hoy en el marco de aprender a lo largo de la vida, debe hacer posible que cada persona tenga las herramientas necesarias para descifrar esta realidad cada vez más compleja, para participar en los procesos democráticos y por ser parte activa de la comunidad.


Por ello, la educación y la formación se han relacionado habitualmente con el desarrollo económico y democrático de las sociedades. Una de las funciones básicas de la educación ha consistido en poner al alcance de la ciudadanía los últimos avances científicos, técnicos y sociales para favorecer el progreso económico y las reformas políticas necesarias.



En nuestra sociedad las competencias clave, a lo largo de la vida, para cada persona, deben permitir:

  • La realización personal
  • La inclusión social
  • La ciudadanía activa
  • El empleo